Empecé mi vida profesional autónoma como formadora enseñando ofimática a unas personas que me parecían "mayores" e ignorantes, (yo tenía veintimuypocos) en aquel momento no había nativos digitales ni nos habíamos planteado el "problema". Recuerdo que en más de una ocasión, los alumnos, me decían: "la informática es un rollo, se tarda el doble en hacer algo que a mano es un momento". Yo les miraba y pensaba pues yo a mano no hago eso ni loca. Recuerdo con horror la máquina de escribir y repetir un documento porque ya llevabas más de un borrón. La verdad es que cuando llegaron los procesadores de texto la vida mejoró mucho, así que no entendía, en absoluto, las quejas contra los ordenadores. Según esto, pues, un día fui una Nativa digital!.
Sigo formando a personas que siguen quejándose de la informática exactamente con los mismos argumentos que hace más de 10 años. ¿No ha cambiado nada en este tiempo?
Ellos quizá no, pero yo sí, hace "diezypico" años me interesaban a rabiar las novedades tecnológicas. ¿Internet? uaaaau (recuerdo una gloriosa factura de más de 50.000 pesetas) Tuve la gran suerte que una de las zonas de pruebas piloto de ADSL era mi barrio y en el 97 di de alta la primera línea ADSL. Recuerdo los chats, el correo, las webs y la emoción que representaba descubrir las cosas y estar al día.
Hoy en día sigue interesándome la técnica, y mucho, pero tengo que admitir que hay una parte que me supera. Perfil personal en Facebook, profesional en LinkedIn, Feeds RSS, titulares en Twitter, fotos en Picasa, vídeos en YouTube, música en Spotify... Entonces me pregunto: ¿Cuándo vive la gente?
Y aquí es cuando realizo que me estoy convirtiendo en uno de esos "mayores ignorantes" que criticaba hace "diezypico" años. Realmente lo que ha cambiado es la manera de concebir la vida, igual que había cambiado para esos "mayores". Twitter, Picasa, YouTube... no son más que el reflejo de la vida, la gente saca su móvil (total es un segundo) y graba esa escena tan divertida que está ocurriendo, así, a parte de los presentes, ríen X gente más que no están físicamente presententes pero sí están conectados a la Red. Esa escena va directamente de su móvil a Facebook, a YouTube, sin pasar, la mayoría de las veces, por el ordenador. Por consiguiente esta gente crea contenidos a medida que vive, cosa que para mí, es impensable. Y me sorprendo a mi misma en estos momentos recordando una expresión que me parecía muy divertida: "Cosas veredes, Sancho..."
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