10 may 2011

Universidades corporativas

Recientemente he asistido a una conferencia sobre universidades corporativas, los ponentes eran los directores de las universidades de Telefónica, Gas Natural - Fenosa y EFMD, la presentaba Josep M.Piqué Consejero Delegado del 22@Barcelona.

La verdad es que la conferencia fue interesante y oí unas cuantas cifras que me hicieron pensar, por ejemplo: Gas Natural imparte más de 4.500 horas de formación anuales y tiene más de 100 proveedores para ello. También oí las palabras gestión del talento, retención del talento, satisfacción y adaptación unas doscientas veces.

Cuando terminó la conferencia se me ocurrió la brillante idea de preguntar: ¿qué porcentaje de toda esa formación es e-learning? la respuesta fue una salida por la tangente: el e-learning es una herramienta muy interesante que debemos incorporar porque es el futuro. O sea, cero, o su equivalente, unos cuantos manuales.

Llegado a este punto mi moral ya andaba por los suelos y sentía cierto grado de ofensa, siempre he creído (equivocadamente, ya) que las grandes empresas tenían la obligación de permitirse ciertos lujos. Esto significa que si Telefónica en España no puede tener una universidad virtual con todo tipo de tecnología al servicio de la formación de sus empleados, apaga y vámonos. Y lo que vi claro es que el problema no radica en que no pueda tenerlo, el problema radica en que sigue sin verle la necesidad.

Según Carlos Gómez Plaza, director gerente de la Fundación Tripartita, en España se forma a través de la formación continua el 32% de los trabajadores cada año, mientras que los países más avanzados del continente se sitúan en torno al 50% o superan incluso este porcentaje. Si tenemos en cuenta que España perderá definitivamente los fondos europeos de formación en 2012 ¿Que hará la empresa? ¿Seguirá apostando por las viejas fórmulas? ¿Se planteará una "revolución"? ¿habrá un cambio? A menudo hablamos de estos temas con otros profesionales y mientras algunos son optimistas y opinan que en breve habrá una revolución y cambiarán cosas yo soy un poco menos optimista y creo que aun queda un largo trecho para dejar de hacer "lo de siempre".

¿En adelante se apostará definitivamente por la calidad y se buscará apoyo en las TIC o se seguirá vendiendo formación a quilos y entraremos en una guerra de precios?

1 comentario:

  1. Por lo que estoy viviendo en mis carnes, el elearning tan solo se implanta en sitios donde la persona que toma decisiones al respecto es un nativo o adoptado en la cultura digital, y esto tan solo suele ser en empresas, confederaciones, asociaciones, entidades formativas..., cuya característica común es que son pequeñas en envergadura, pudiendo haber ascendido a puestos directivo una persona joven, con una mentalidad más abierta y que vea la tecnología como una ayuda en lugar de un ente incomprendido.

    ResponderEliminar